20.4.09

Miaulina III

De profundis clamavo a te, domine.

...
Son las 02:18 de la madrugada y no estàs. Y sè que llegaràn las 3, y no estaràs.
Olvidarte se ha vuelto una tarea pesada, agobiante, que desgasta.
Con este corazòn recorro las calles y busco una vez màs perderme en una telaraña de brazos y vientres inconexos. Sucesiòn de cuerpos vacìos en mi cama.
Con este corazòn atado, extraido, abandonado, solitario, lastimado, mordido, ultrajado, vejado, adolorido, cansado, desahuciado, desterrado, descolorido, apañado, vencido, muerto, sepultado, agrietado y desconocido.

Que aun asì, no deja de latir.

Pensarte se ha vuelto un remolino de rabia y tristeza, de resignaciòn aletargada, de minusculos dientes clavados en la espalda.
Verte ha dejado de ser gozo infinito.
Oirte ha mutado en enjambres afilados.


Devuelveme la paz que yo misma lance al abismo buscando navegar por otro destino que no me correspondìa.
Yo que quise ser lo que no soy.
Yo que quise reir en otra boca.
Yo que quise no ser yo.

Que calle el mundo; un minuto de silencio para que escuche mi voz.


No deberìa ser una cruz - pensò- no deberìa ser una cruz; deberìa ser un ala.